El Banco Central publicó su Informe de Política Monetaria en el que destaca que «la elevada inflación está provocando efectos relevantes en los ingresos y las expectativas de los diferentes agentes económicos». Así mismo, recalca que para revertir esto «es clave que el proceso inflacionario no se haga más persistente».
Las proyecciones de este IPoM revisan al alza la inflación prevista para fines de este año y todo 2023, estimando que para comienzos de 2024 volverá a valores más cercanos a la meta.
En este contexto, el informe del Banco Central proyecta que, en el escenario central, la economía crecerá por debajo de su potencial por varios trimestres más, con lo que la brecha seguirá reduciéndose y se ubicará en niveles negativos a partir de fines de este año. En este escenario, el PIB tendrá una variación anual entre 1,75 y 2,25% este año, entre -1,5 y -0,5% en 2023 y entre 2,25 y 3,25% en 2024. Para este trienio, la proyección contempla una trayectoria del gasto fiscal coherente con lo reportado en el último Informe de Finanzas Públicas.
El escenario central no considera un efecto específico en la economía por el resultado del plebiscito. Este supone que la incertidumbre irá reduciéndose gradualmente en los próximos trimestres, en medio de un proceso donde los cambios institucionales continúan, permitiendo un funcionamiento adecuado de las instituciones y de la economía.
Respecto a la inflación, debería caer paulatinamente y este año cerrará en 12%, cerca de dos puntos porcentuales por sobre lo proyectado en junio. Las sorpresas acumuladas en los precios volátiles y la depreciación reciente del peso explican buena parte de esta corrección.
Con todo, la inflación proyectada para el próximo año es de cerca de 1 punto porcentual más alta que en junio, reflejando un TCR que se ubica entre 3 y 4% por sobre el nivel promedio del segundo trimestre. Además, se supone que este permanecerá en niveles más depreciados que lo previsto en junio a lo largo de todo el horizonte de proyección, finalizando dicho período por sobre su promedio de los últimos quince o veinte años.
«Los niveles actuales y la evolución anticipada del tipo de cambio son factores importantes detrás de la corrección de las proyecciones de inflación en el horizonte de política, que más que compensa la reducción de precios internacionales de los combustibles, alimentos y otras materias primas» indica el comunicado.